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15 de noviembre de 2020

Entrevista a Susanne Kress

 


Susanne Kress es alemana y estudió Traducción e Interpretación en Germersheim, la conocida escuela de traductores adscrita a la Universidad de Mainz. Es miembro de la Xarxa desde 2016 (v. su ficha en nuestro buscador)

Lleva en España desde 1992, primero en Valencia, después en Mallorca, y en 2007 volvió a la Comunidad Valenciana. Trabaja como traductora freelance desde 2010. En 2015 aprobó el examen de Traductora e Intérprete Jurada de alemán del Ministerio de Asuntos Exteriores español.

Sus idiomas de trabajo son el alemán y el español.

 

MV: ¿Cuáles son tus principales áreas de especialización? Imagino que habiendo aprobado el Examen de Traductora-Intérprete Jurada traducirás tanto del alemán como al alemán. Aprobar ese examen, no siendo nativa, tiene mucho mérito. ¿Te preparaste sola, o hiciste algún tipo de formación o preparación, directa o indirecta, antes de presentarte?

SK: Por mi formación y mi experiencia profesional previa me he especializado en las traducciones jurídicas, económico-financieras y turísticas. Durante la carrera de Traducción e Interpretación en Germersheim estudié economía como especialidad. Años después hice un máster de traducción especializada, organizado a distancia por la Universidad de Córdoba y el ISTRAD, cursando, entre otros, los módulos de traducción jurídica, administrativa, económico-financiera y turística, tanto en la combinación ES>DE como en la de DE>ES. La mayoría de mis traducciones son al alemán, mi lengua materna, aunque también hago traducciones al español. En estos casos siempre procuro que la traducción sea revisada por un nativo.

El máster también incluía un curso preparatorio para las pruebas de traductor/intérprete jurado en el que se traducían textos literarios, periodísticos y jurídicos. Con estos textos ya me podía hacer una idea de lo que me esperaba en el examen. Además de practicar con estas traducciones, leía regularmente los periódicos en ambos idiomas fijándome en la terminología utilizada en los artículos sobre temas de actualidad. El curso también ofrecía material de preparación para la prueba de interpretación del examen, que era la parte que más respeto me daba, puesto que me dedico exclusivamente a la traducción y no a la interpretación. Al final salió todo muy bien, pero fue toda una experiencia…

MV: Con frecuencia los traductores tenemos una trayectoria laboral variada, muchos hemos trabajado también por cuenta ajena, y generalmente han sido trabajos en los que también desempeñábamos, en mayor o menor medida, labores de traducción o interpretación. Y estos trabajos con frecuencia nos han aportado conocimientos especializados que, a veces, nos han venido muy bien luego, cuando hemos optado por una carrera profesional autónoma. ¿También ha sido así en tu caso? (Puedes aquí comentar si ha sido sólo en España, o también en Alemania)

SK: Sí, también fue mi caso. Me vine a España directamente después de terminar la carrera. Empecé a trabajar en una empresa de transportes internacionales, pero no en el departamento comercial, sino en el de administración, lo que me permitió aprender la parte práctica de la contabilidad y las finanzas. Después cambié a otra empresa en la me ocupaba, entre otras cosas, de la traducción de la correspondencia comercial y técnica. Al cabo de unos años me mudé a Mallorca, donde trabajé once años como subdirectora de un pequeño hotel con encanto. Llegué a conocer a fondo el sector turístico ocupándome de la gestión del hotel. Traducía todo tipo de documentos y hacía de intérprete cuando los clientes lo necesitaban. Finalmente, cuando volví a Valencia, decidí establecerme como traductora autónoma, especializándome en aquellas áreas en las que ya había adquirido experiencia.

El principio no fue fácil porque me tenía que poner al día con la tecnología. Me apunté al máster y a un curso intensivo de Trados Studio. Poco a poco me fui abriendo camino y ampliando mi base de clientes. Actualmente trabajo con agencias de traducción en varios países y clientes directos, entre los cuales incluso algún contacto de mis trabajos anteriores.

MV: Los traductores e intérpretes solemos tener conocimientos en áreas diversas, tanto por formación como por aficiones propias, pero también, en muchas ocasiones, por casualidades de la vida. Un cliente que se dedica a un sector concreto, un encargo voluminoso que obliga a documentarse en temas insospechados, y de repente el traductor o intérprete se convierte en un especialista. Creo que también ha sido así en tu caso, ¿algún sector o tema en particular que recuerdes en especial?  ¿Han tenido continuidad, o se han quedado en anécdota?

SK: Sí, no todo son contratos, balances y certificados. Tengo también encargos regulares relacionados con el deporte, los animales, la moda nupcial… Y cuando empiezas a traducir en un sector nuevo, lo primero que hay que hacer es documentarse bien, leer textos paralelos y adquirir la terminología del sector. Sobre todo hay que comprender de qué habla el texto y qué es lo que el cliente pretende conseguir con él. Esto requiere a veces invertir bastante tiempo, pero también es lo bonito de nuestra profesión. Con cada encargo aprendes algo, descubres cosas nuevas y amplías tu horizonte.

Durante el último año, por ejemplo, he ayudado a dos empresas españolas a preparar sus ofertas para sendas licitaciones en Alemania, una de ellas para la repatriación de fallecidos, un sector que hasta entonces era completamente desconocido por mí. Y el trabajo no se limitaba a traducir la documentación, sino abarcaba toda la preparación y el asesoramiento sobre las costumbres y prácticas en Alemania. Incluso me fui con ellos a Alemania para hacer la presentación.

MV: Profundizando ya en la parte más técnica, ¿trabajas con programas informáticos? ¿Cuál es tu experiencia con ellos? ¿Tienes clientes que te exijan usar alguno en concreto? Creo que trabajas también con Trados, una de las herramientas más populares. ¿Lo recomiendas? En caso afirmativo, ¿para qué tipo de trabajos?

SK: Mi herramienta principal es Trados Studio, pero también tengo algún cliente que trabaja con su propio programa. Estoy muy satisfecha con Studio, no he tenido nunca problemas y, en mi opinión, está mejorando mucho en los últimos años. Me ayuda a mantener la consistencia de la terminología usada por mis clientes y tiene algunas funciones que aceleran el proceso de traducción.

Uso Studio para casi todas las traducciones, excepto cuando el formato del documento original no lo permite o se trata de un documento manuscrito o fotocopiado.

MV:¿Cuáles son los principales retos o desafíos a los que se enfrenta un profesional de la traducción, desde tu punto de vista? ¿Y qué me dices de la conciliación de la vida personal y familiar con la actividad profesional?

SK: Creo que el mayor reto es ofrecer un servicio realmente bueno al cliente, es decir, no solo proporcionarle una excelente traducción sino darle ese pequeño extra que le hace ver el valor de tu trabajo. Que vea que su proyecto también es el tuyo y que vas a hacer todo lo posible para que salga adelante (como, por ejemplo, proponer mejoras en el texto original, intentar adelantar el trabajo si tiene prisa, aclarar a fondo cualquier duda, etc.). Pero todo esto tiene que salirte rentable a ti también. Y allí entran los precios. Hay que encontrar oportunidades y mercados donde no se espera que trabajemos por 4 o 5 céntimos la palabra o incluso menos.

También es importante mantenerse al día, tanto en las áreas de especialización de cada uno como en lo referente a la tecnología. Intento hacer regularmente cursos de especialización en determinadas materias, sobre todo en el ámbito jurídico, y aprovecho los webinarios sobre diversos temas que ofrecen las asociaciones. Los desarrolladores de las herramientas de traducción asistida también suelen organizar jornadas de formación y ofrecen vídeos explicativos en sus páginas web.

Al final del día son muchas cosas de las que hay que estar pendiente, lo que puede complicar a veces la conciliación del trabajo con la vida familiar. A pesar de que los traductores autónomos disfrutamos de más libertad horaria que los empleados, también es verdad que cuesta más desconectar. Si tenemos clientes en otras zonas horarias, puede que haya que estar pendiente del correo electrónico también por las tardes/noches. Es esencial organizarse bien para no hacer ninguna de las dos cosas a medias, ni el trabajo ni la vida familiar.

MV: Y por último, como siempre pregunto a los colegas, ¿cómo llegaste a la Xarxa? ¿Y qué es lo que más te gusta? Si tuvieras que recomendarla a un colega, ¿qué es lo que destacarías?

SK: Conocí la Xarxa gracias a otro traductor y me alegro mucho de formar parte de ella. Hay un ambiente muy agradable en la asociación y mucho compañerismo. Además de defender los intereses de los traductores y los intérpretes junto con otras asociaciones de toda España, se organizan actividades formativas muy interesantes, hay un foro para cualquier duda que tengas y las quedadas siempre son interesantes y divertidas. ¡Ojalá podamos volver a reunirnos pronto!

Muchas gracias, Susanne. ¡Y mucha suerte!

Muchas gracias a ti, Marga. Ha sido un placer.

 

 Entrevista realizada por Marga Vidal